Si hay una palabra que escuchamos últimamente es Quiromasaje, de ahí su origen griego quiros (manos), se realiza únicamente con éstas y un buen aceite corporal. Su principal función es aliviar contracturas musculares en cualquier parte del cuerpo.
Efectos
* Permite que las articulaciones y el riego sanguíneo funciones correctamente
* Incrementa el drenaje de fluidos
* Funcionamiento adecuado de los órganos
* Transporte de oxígeno a la sangre óptimo
* Mejora el estado de ánimo
* Relajación muscular y elimina el estrés
* Mejora del sueño
* Reafirma la piel
Si hay algo que diferencia un quiromasaje de uno relajante, es el dolor. Al penetrar profundamente la yema de los dedos o los nudillos de las manos del quiromasajista en los tejidos blandos de la otra persona, no es precisamente alivio lo que se siente. Con esta técnica se busca llegar a la raíz del dolor aunque también, se emplean técnicas más suaves casi al finalizar, lo que causa sensación de confort.
Elegir un buen quiromasajista
* La persona encargada de realizar los masajes, se denomina quiromasajista. Debe estar formado y tener una titulación, si tu pareja no lo es, descártalo(a).
* Fíjate muy bien en su consulta, que halla luz tenue, música suave y agradable aroma. Son tres armas para poder desconectar en ese momento y disfrutar.
* Debe inspirarte confianza. Sabes que te verá casi desnuda o en su totalidad, por tanto, sería muy incómodo el sentimiento de vergüenza en ese momento.
* Desconfía de aquellos que hagan uso de máquinas, recuerda que no las necesitan, solamente sus manos.
Como dato curioso, la palabra quiromasaje surgió en España y con el paso de los años, se extendió a otros países, sobre todo de habla hispana.