Industria del Vino

   Al igual que las botellas de vidrio existen otros recipientes como pueden ser barricas, las cuales también albergarán este producto y las cuales se han de mantener en unas condiciones especificas que ayuden a la conservación del vino y a la inalterabilidad de sus características, que en definitiva son las que definen cada uno de los caldos que componen el campo vinícola.

                Ante estas singularidades trataremos las acciones a realizar mediante las técnicas ozonizadoras a fin de conseguir los propósitos de conservación y respeto de las cualidades del vino.

 

 

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EL EMBOTELLADO DEL VINO

 

 

                El Ozono puede ser utilizado para el lavado de los embases receptores de vino. La actividad a realizar será la de utilizar el Ozono, mediante la insuflación del gas en la botella consiguiendo su desinfección, o por medio de enjuagues con agua Ozonizada. Cualquiera de las técnicas que utilicemos desprenderá un proceso rápido, efectivo y limpio, consiguiendo una máxima desinfección y ahorros sustanciales como pueden ser:

- Disminución del consumo de aguas destinadas a la limpieza de las botellas o recipientes, pudiendo destinar este suministro a otros fines, como el llenado de las mismas en el caso de empresas embotelladoras de aguas.

- Decremento en el consumo de productos químicos necesarios para el limpiado de los recipientes, al no hacerse necesarios tras la utilización del Ozono.

- Ahorro en el consumo energético derivado del calentamiento de aguas para el limpiado de los recipientes. Esta actividad no será necesaria gracias a que la actividad del Ozono se puede generar en aguas frías. El ahorro además de energético se puede hacer extensible, a la no necesidad de comprar maquinaria necesaria para realizar este fin.

- Se trata de una desinfección ecológica, gracias a que tras su acción no desprende subproductos, y consecuentemente no genera vertidos que puedan ser objeto de canones o impuestos.

- No necesita de unos cuidados especiales que conlleve un gasto extra en útiles o sistemas de protección ya que se trata de un producto ecológico y que el contacto con humanos no genera abrasiones o lesiones, sino todo lo contrario, contribuye a mejoras en la salud.

 

OTRA APLICACIÓN: DESINFECCIÓN DE TONELES Y BARRILES

 

 

                 Anterior a la labor desarrollada por las empresas embotelladoras de vinos, tenemos que hacer mención al periodo de tiempo que permanece el vino dentro de los barriles.

                 Los barriles utilizados en esta labor necesitan, al igual que las botellas, de un proceso de desinfección efectivo y que no afecte a la consistencia y estructuración de la madera. Dichos recipientes pueden albergar en su interior focos infecciosos derivados de la fermentación, el paso del tiempo, o del simple etileno desprendido por la uva, proceso normal desarrollado por las frutas en su proceso de maduración.

                 Los distintos microorganismos que se pueden centrar en su interior conllevan la posibilidad de  olores indeseados como a medicina, cuadra, etc.

                  Existen levaduras generadas durante el proceso de fermentación, que son muy difícil de eliminar y con unas condiciones de proliferación o desarrollo impredecibles, que incluso pueden acabar con la cosecha.

                  Ante esta problemática la mejor opción consistiría en un lavado inicial a presión en caliente que disuelva más fácilmente las incrustaciones y/o películas, y otro lavado posterior con agua ozonizada que ayudará a dar a la madera unas condiciones totales de asepsia o desinfección.

                  Durante el periodo de tiempo que el vino permanece en el barril, este es suministrado de oxigeno del exterior a través de la transpiración del barril, para ayudar a este menester, el Ozono ayuda a la desincrustación de impurezas en las poros del recipiente, permitiendo una mejor transpiración del vino.

                  Las acciones desarrolladas para desinfectar el barril con ozono tendrán una duración variada en función de las necesidades que presente el barril y es que se hará necesaria una desinfección mayor en aquellos barriles viejos y con una mayor concentración microbiana, así se podrá desarrollar la labor desde un 1,5 minutos a 4 ó 5 minutos.