Un grupo de médicos científicos han realizado y publicado su investigación sobre la efectividad del ozono para eliminar virus y la eficacia de los generadores de ozono domésticos para tal fin de manera económica, práctica, disponible y menos engorrosa y costosa que otros sistemas de desinfección en medio de la pandemia a causa del coronavirus. Dejan muy claro, que dicha efectividad dependerá de la correcta utilización del gas ozono cuando se utilice en presencia de personas, animales o plantas a altos niveles de concentración. Igualmente, han realizado experimentos para desinfectar dentro de un recipiente, con gas ozono, mascarillas N95, guantes de nitrilo, ropa, correo y paquetes pequeños, alimentos, entre otros objetos.

Según este trabajo investigativo, el ozono es un germicida extremadamente efectivo contra virus y bacterias. Actúa para destruir las partículas del virus a través de la oxidación, tal como lo representan estas imágenes:

Las partículas de virus, a diferencia de muchos otros microorganismos, no pueden reparar el daño oxidativo y, por lo tanto, se espera que sean más susceptibles a la acción antimicrobiana oxidativa que, por ejemplo, hongos o bacterias o protozoos, o cualquier organismo eucariota. Un miembro de la familia Coronaviridae, SARS-CoV-2 (responsable de COVID-19) es un virus envuelto que lo hace particularmente susceptible a la destrucción por desinfectantes, incluido el ozono. Para los virus con envoltura, el ozono oxida fácilmente la envoltura viral, modifica su estructura o la destruye y la deja inactiva. Otras familias de virus son destruidas por el daño directo del ozono a las proteínas de la cápside y los ácidos nucleicos.

Una vez más, afirman que el ozono es tóxico a altos niveles, debe emplearse perfectamente en pacientes con problemas respiratorios ya que “la exposición a altos niveles de gas ozono puede empeorar las condiciones de los mismos’’. Sucede lo contrario cuando se utiliza a nivel doméstico ya que estos generadores producen la cantidad de ozono apta para cualquier ser vivo y son muy eficaces cuando se desodorizan casas, automóviles, hoteles, el agua, el aire y el interior de otros lugares.

En cuanto a la desinfección de guantes, el látex y otros productos de caucho natural son algunos de los materiales más susceptibles a la degradación del ozono. Para el mismo, realizaron previamente experimentos con condones de látex no lubricados expuestos a una concentración de ozono de aproximadamente 0.3 ppm del cual, obtuvieron como primera hipótesis que los materiales de látex delgados y sin protección, pueden esterilizarse efectivamente 3 veces usando la dosis más baja de las dos de ozono sugeridas en este documento o una vez con la dosis más alta sin una degradación inaceptable del rendimiento. 

Con respecto a la desinfección de mascarillas, el material de polipropileno no tejido, el mismo que se usa en una N95, se expuso usando la cámara de ozono descrita en este documento a concentraciones de ozono de 10 y 20 ppm, por duraciones de 10, 20 y 60 minutos. 

El examen microscópico no reveló daños visibles en las fibras y un experimento de eficiencia de filtración de flujo forzado demostró de manera concluyente que después de estas exposiciones no hubo pérdida de eficiencia de filtración ni signos de degradación del material del filtro, según la especificación NIOSH para el material de máscara N95. Es decir, los objetos que más estamos utilizando actualmente como guantes y mascarillas N95, pueden desinfectarlos una persona en su casa, con su generador de ozono para uso doméstico y con las concentraciones adecuadas.

En el texto original, recuerdan a los lectores que el ozono se produce naturalmente por los rayos, por chispas eléctricas y no produce contaminantes tóxicos ambientales persistentes. Para leer el documento original en inglés y español, pulse AQUI. Lo encontrará más detallado con imágenes, gráficas, comparaciones e interesantes resultados.

Anny Rodríguez Donado. Licenciada en Periodismo. Redactora

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